ALUMNA DEL TERCER CURSO.
Quiero empezar dando las gracias, a todas las personas que desde María Moliner, han trabajado para llevar a cabo este proyecto.
Cuando me invitaron a venir hoy aquí, en representación de mi curso, para explicar y compartir con todas las personas congregadas en este acto, cuales han sido los motivos que me animan a seguir en la escuela, encontré la ocasión idónea para expresar lo que ha supuesto para mí, la experiencia de encontrar un espacio de libre pensamiento, elevado, accesible, y al margen de la mediocridad.
El primer curso me resulto duro, porque me sacudió, sufrí un proceso de deconstrucción, desmontó mis inquebrantables convicciones, liberándome de prejuicios me enfrentó a mi realidad, a la manera de ejercer los roles cotidianos.
Inicié un viaje interior recorriendo nuevos caminos, tomando conciencia de mi recién descubierta condición de CIUDADANA, MUJER Y FEMINISTA. El FEMINISMO, ese principio ético que persigue el fin más noble y justo, el de la EQUIVALENCIA HUMANA, equivalencia que garantice y reconozca el mismo valor a todas las personas.
El segundo curso supuso para mí un cambio de paradigma, empezaba a encajar esas piezas del puzzle que supone entender el mundo que nos rodea y sus perpetuos conflictos. Descubrí que iba adquiriendo un compromiso conmigo y con toda la realidad circundante, empezaba a CREAR LO QUE CREIA y el camino hacia el EMPODERAMIENTO PERSONAL, ya no tenía vuelta atrás.
Empoderamiento, otro gran concepto con el que deberíamos vestirnos cada mañana y acostarnos cada noche, esa palabra que nos enseña que tenemos el PODER, para cambiar, para transformar, para recordarnos que la realidad de hoy, no tiene que ser la del mundo del mañana, que nos dota de recursos para sumar, para incluir, para ejercer nuestra soberanía como personas iguales.
Quiero también que sepáis, que he tenido el placer de haber sido instruida por las mejores maestras y maestro que nunca he tenido, personas sabias, mujeres guías y generosas compartiendo todo lo que saben, transmitiéndonos que a las mujeres nos interesa transformar el mundo, los estados, las estructuras patriarcales que generan tantas desigualdades, germen de todas las violencias, la violencia machista, las guerras, la pobreza, la prostitución y muchas otras más.
En María Moliner, he reído, he llorado, he compartido mis anhelos más profundos, en resumen he aprendido sintiendo, por eso sé, que los conocimientos adquiridos no se diluirán en el tiempo, porque este camino no tiene vuelta atrás, y yo quiero seguir recorriéndolo.
Agradezco a mis compañeras (mujeres sabias también), todo lo que me han aportado, enseñándome con generosidad y respeto, el discurso de la tolerancia y la integración ¡Gracias compañeras Molineras!
He conseguido, y lo digo sin pudor, con la formación recibida en María Moliner, ser mejor persona en todas mis dimensiones, en la de mujer, la de madre-educadora, la de compañera y también como hija, y por eso, aprovecho para invitaros a todas aquellas personas (mujeres y hombres) , que deseen hallar algunas respuestas a la intrincada realidad en la que vivimos, a compartir este espacio de debate, de conocimientos libre de dogmas, punto de encuentro y de formación de donde nacen propuestas que transcienden más allá de la propia escuela, a que se acerquen a la María Moliner, que dos hora a la semana no es nada, pero dan para mucho.
GRACIAS. OS ESPERAMOS.
Rosa Terrón y Casado.